https://www.instagram.com/gato77/ Crónica: XVI Carrera Popular Ruta de la Miel

Datos oficiales:
Distancia: 16.500 metros
Tiempo: 57:49
Ritmo: 3'30" min/km

Posiciones:
3º de 464 General
3º de 404 General Masculino
2º de 90 Senior B Masculino

Desglose de ritmo por km:
KM --- RITMO
01 ------ 3'06" min/km
02 ------ 3'17" min/km
03 ------ 3'19" min/km
04 ------ 3'17" min/km
05 ------ 3'24" min/km
06 ------ 3'24" min/km
07 ------ 3'27" min/km
08 ------ 3'19" min/km
09 ------ 3'19" min/km
10 ------ 3'21" min/km
11 ------ 3'24" min/km
12 ------ 3'43" min/km
13 ------ 3'54" min/km
14 ------ 3'58" min/km
15 ------ 3'29" min/km
16 ------ 4'10" min/km
500m -- 3'27" min/km

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Empiezo la temporada de carreras y qué mejor sitio para hacerlo que en esta carrera organizada por mi club Trotasierra de Hornachuelos, la Ruta de la Miel, una carrera de las que ya quedan pocas.
Para quien no la conozca, decir que es una carrera de 16.500 metros con salida en Céspedes y meta en el polideportivo de Hornachuelos, pasando por los pueblos de Mesas del Guadalora, con meta volante para mujeres, y Bembézar, con meta volante para hombre. Todo el recorrido discurre por asfalto y prácticamente llano hasta aproximadamente el kilómetro 12 donde empiezan las subidas, y donde suele soplar aire en contra, lo que la hace una carrera bastante dura. Con la media maratón de Córdoba tan cerca, la hace una carrera perfecta como preparación para ésta.

Organización:

Respecto a la organización, y aunque yo pertenezca al club organizador, siendo totalmente objetivo le doy un 10. Es una carrera que me recuerda mucho a la Ruta Carlos III de Écija. No me extraña que cada año se batan records de inscripción y participación, llegando este año a cubrir las 750 plazas disponibles sin problemas.
Al igual que en ésta, la salida y la meta se dan en distintas localidades por lo que la organización pone a disposición de los participantes autobuses para desplazarlos desde Hornachuelos hasta Céspedes desde las 8:30h de la mañana. Una vez en Céspedes se realiza la recogida del dorsal y hay disponible servicio de coche ropero que te llevan la mochila hasta el polideportivo de la entrega de trofeos en meta.
Aunque la carrera discurre por asfalto y por carreteras que unen a las localidades implicadas, la presencia de tráfico es prácticamente nula y muy bien controlada por la multitud de voluntarios y presencia de la guardia civil que te da bastante seguridad.
El público se vuelca muchísimo y te encuentras arropado por sus ánimos en todas las localidades por las que se pasa y en especial en la llegada a Hornachuelos, un pueblo sin duda volcado en el deporte y en el atletismo en especial.
Cuando cruzas la meta en la pista de atletismo, los servicios que se ofrecen al corredor son abrumadores. Red Bull, bebida energética, ticket de cerveza y refresco, y aquí tengo que poner una pega, y es que la bolsa del corredor está tan repleta de cosas que después de tanto esfuerzo en la carrera cuesta trabajo llevarla: Camiseta técnica de marca Brooks, Revista Sport Life, agua, bebida isotónica, frutas, zumos, barritas energéticas, aceite, caramelos, dulce de membrillo, geles y cremas varias, etc... y como no, para hacer honor a su nombre, un frasco pequeño de miel de sierra de Hornachuelos.
En el polideportivo, que se encuentra justo al lado de la pista de atletismo, se puede recoger la mochila y hay servicio de duchas disponible y suficientes para el número de participantes. Mientras se espera la llegada de los participantes, se celebran distintas carreras para las categorías menores y se instala un mercadillo en las inmediaciones. Además este año se ha instalado un castillo hinchable y un circuito de Karts para los más peques.
En este polideportivo se celebra la entrega de premios, con trofeos para los tres primeros clasificados de todas las categorías incluyendo las carreras de las categorías inferiores, y premios en metálico y regalos en las categorías mayores.
Al terminar la ceremonia, se organiza una comida convivencia con precios populares. Tanto si se participa en el evento deportivamente, como si se hace como espectador, el buen día está garantizado.

Polideportivo

Castillo Hinchable y Karts

Instalaciones en meta

Carrera:

Había pronóstico de lluvia para este día, pero finalmente el tiempo respetó, hizo buena temperatura y había salido el sol. El único problema fue el fuerte viento que sopló, dando sobre todo en contra en casi la mayor parte del recorrido y notándose más a partir del kilómetro 12, cuando la carrera ya mira hacia Hornachuelos y en constante subida.

Desde un primer momento sabía que correr en solitario en esta carrera sería un suicidio, así que habría que intentar evitarlo, aunque a veces es bastante complicado sobre todo cuando se corre en posiciones delanteras, ya que los grupos son mucho más reducidos. La posibilidad de intentar correr a tope desde el principio para intentar escapar había que descartarla, más aún habiendo meta volante en el kilómetro 8,5, puesto que los atletas con posibilidades de disputarla no iban a permitir que nadie se escapara tan fácilmente.

Una vez dada la salida, rápidamente formamos un grupo bastante numeroso. Bermúdez, Tablas, Pizarro, los hermanos De La Torre, Ángel Muñoz, todos compañeros del Trotasierra y Raul Fuentes de Los Califas. Es sobre todo Pizarro quien toma la iniciativa y tira del grupo en cabeza pero vamos todos bastante agrupados y el viento se hace más llevadero.

Primeros kilómetros rodando en grupo

En los primeros kilómetros se rueda a un ritmo fuerte y pasando la primera población de Mesas del Guadalora, parece que el grupo se estira un poco y ya se van quedando descolgados algunos corredores, por lo que el ritmo empieza a decaer un poco.

Pero cuando nos vamos acercando a Bembezar, donde está situada la meta volante, volvemos a avivar el ritmo, lo que hace que el grupo finalmente se rompa del todo y tan sólo quedemos Bermúdez, Ángel y yo. Intento disputar la meta volante a Bermúdez, pero cada vez que hago un pequeño amago de avivar el ritmo en la recta, él me responde sin ningún problema, así que veo inútil ese desgaste y se la lleva sin mucho problema.

Cuando volvemos a salir de Bembezar, aproximadamente por el kilómetro 10 que transcurre un poco cuesta abajo, nos vamos cruzando con el resto de corredores que nos animan. Corriendo al lado de Bermúdez y Ángel, noto al primero bien de respiración, pero veo que Ángel lleva la respiración muy forzada, va sufriendo bastante y pienso que más temprano que tarde tendrá que aflojar el ritmo y se quedará descolgado. Pero una vez terminada esta cuesta abajo, damos una curva con un poco de pendiente hacia arriba y con el aire en contra, y soy yo quien empiezo a quedar un poco descolgado. Intento apretar un poco para volver a coger la pequeña diferencia que me llevaban todavía pensando que iba a ser muy duro llegar hasta el final yo solo, pero no puedo y tengo que desistir en el intento.

En un primer momento la ventaja se mantiene, pero a partir del kilómetro 12 el aire sopla totalmente en contra y el recorrido empieza a mirar hacia arriba, lo que hace que corriendo en solitario me cueste cada vez más trabajo mantener ese ritmo tan fuerte, por lo que la ventaja con la cabeza va aumentando poco a poco. Los de detrás todavía vienen algo lejos, pero no me puedo descuidar ya que voy tercero y el que viene detrás se ve con posibilidades de hacer podio.

Una vez llegados al kilómetro 13 empieza la primera subida grande de aproximadamente un kilómetro de distancia. Bajo muchísimo el ritmo debido a la cuesta, al viento, y a no estar acostumbrado al sufrimiento después de tanto tiempo sin competir. La cabeza de carrera se me ha ido totalmente y los perseguidores están demasiado cerca, a unos 100 - 200 metros. Tengo que hacer algo porque como siga así voy a perder el podio.

Aprovecho el kilómetro 15 que es cuesta abajo antes de entrar en Hornachuelos para soltar las piernas y correr a tope, para volver a poner algo de distancia y apretar todo lo que pueda en la última cuesta, donde no quiero ni mirar atrás y subirla lo antes posible sufriendo muchísimo.

Inmediaciones de meta

Cuando ya estoy arriba del todo y sólo me queda entrar en el estadio me permito el lujo de mirar atrás pero sin dejar de correr todo lo que puedo no vaya a llevarme alguna sorpresa, veo que viene Raul cuando yo me esperaba que fuera Pizarro, pero la distancia ha aumentado, por lo que parece que ha desistido en el intento de arrebatarme el podio.
Finalmente una tercera posición que me deja muy satisfecho y me sabe casi a victoria, pues fue muy sufrida, tanto por el recorrido y las condiciones como por la dificultad de mantener este puesto al final. Me encontré con buenas sensaciones, sobre todo al principio donde íbamos rodando rápido y me encontraba relativamente cómodo, y el sufrimiento final me viene bien para irme habituando a lo que me espera de cara a las siguientes carreras.
En los últimos kilómetros mirando hacia la cabeza de carrera, veía que era Ángel quien iba tirando de Bermúdez. Pensaba que esto se debía a que Bermúdez, con más experiencia, estaba dejando que Ángel fuera el que se desgastara cuesta arriba y con el aire en contra para lanzar un ataque final ya en las inmediaciones del polideportivo. Pero cuando estoy entrando en la pista de atletismo los veo a lo lejos y entraron muy cerca. Cuando pregunto a Bermúdez me dice que no se estaba guardando nada y que Ángel había estado realmente fuerte y le había puesto las cosas muy difíciles. Así que tengo que dar la enhorabuena a Bermúdez por su nuevo triunfo en la Ruta de la Miel, pues ya van tres años consecutivos y todos sabemos lo difícil que es mantenerse arriba durante tanto tiempo. Pero sobre todo a Ángel Muñoz por su gran carrera. Supo sufrir y aguantar mucho, y fue muy valiente al tirar en cabeza tanto tiempo en esas condiciones. Algo raro en alguien tan joven y en una carrera de tanta distancia. Me alegro mucho por él pues seguro que está entrenando muy duro para conseguir estos resultados y sin duda lo veremos delante en la Media Maratón de Córdoba.